Presidente Santos, cuántos policias más deben morir?

Resulta exasperante pensar en la inconsecuente situación de dejadéz en la que permanece Colombia frente a un conflicto que cada día cobra más y más víctimas.
Nadie reacciona. Es como si los años nos hubieran creado una coraza de insensibilidad ante la grave tragedia que viene enfrentando el pueblo colombiano que ve caer a sus hijos bañados en sangre, mientras cada mandatario que pasa, se resigna y se consuela al decir, estamos derrotando a los violentos.
En su cerrada cabeza, se está acabando con el enemigo, mientras que en las calles, en el monte, la realidad muestra un panorama distinto.
Está bien que en una guerra abierta mueran los combatientes, pero aquí eso no existe, aquí estamos enfrentados a la despiadada acción del tererorismo, el cual sólo emplea métodos bajos para atacar. Muy pocas veces se da un cara a cara. Ante esa realidad, señor presidente, señores comandantes de las fuerzas armadas, es justificable seguir en una batalla contra la oscuridad?
Ya no se trata de dignidad, de honor, pués de eso ya muy poco queda en un país carcomido por la corrupción. Ustedes tienen que abrirse a una realidad, a una acción que no da más espera, pensar como gente civilizada, deseosa de vivir en paz, para que así se pueda hallar ese camino de la concordia que hace mucnho tiempo se perdió.
Una de las oscuras acciones de la subversión acabó con la vida del mayor Félix Jaimes Villamil, comandante de la policia de carreteras de Antioquia, mientras el presidente Santos y los generales hablan indignados del nuevo atentado, del nuevo crimen , ofreciendo un falso consuelo a las víctimas y al pueblo colombiano: Esas son retaliaciones, los tenemos diezmados, están acorralados. No más consuelos vanales, despierten por favor.
Busquen una salida diferente al de la terquedad. Si las balas y las bombas no dan resultado, opten por diálogo, permitan que a Colombia llegue la paz. Si los violentos se oponen, demuestren que ustedes son más inteligentes.
Actúen por favor, pónganle freno a un conflicto que no puede seguir acomulando víctimas a nombre de una desteñida dignidad..

Los excesos religiosos devuelven la inocencia de pensamiento?

El Procurador General, Alejandro Orodóñez, se ha dirigido al presidente Juan Manuel Santos a fin de solicitarle se sirva brindarle explicación, amplia y detallada, sobre qué quiere decir él cuando se refiere a la existencia de la mano negra en Colombia.
Se me ocurre una pregunta cándida la del Procurador.
Así mismo se me viene a la mente ésta reflexión: Será que los excesos religiosos le devuelven a las personas la inocencia de pensamiento?
Cómo es que el Procurador Ordóñez, ahora le solicita al presidente Santos que aclare lo de la mano negra o extrema derecha en Colombia?
Señor Procurador, a quién entonces, se le pueden atribuir los actos violentos, masacres, terrorismo, etc., que no son perpetrados por la subversión? Eso no es extrema derecha? No es eso la mano negra?
Usted es cándido para una cosas, para otras, emplea las argucias de todo pecador.

Cuidado con los excesos Procurador

El Procurador Alejandro Ordóñez, ha querido aplicarle justicia a todo lo que le parezca de dudosa conducta, y eso nos parece bien, puesto que en Colombia había hecho falta tomar decisiones severas encaminadas a corregir las desagradables situaciones que por años se han venido registrando en la administración pública.
Las sanciones de destritución e inhabilidad aplicada a personas que han laborado en el gobierno central al comprobárseles malos manejos de los recursos del estado es algo que se debió llevar a cabo desde mucho tiempo atrás y con lo cual se hubiera evitado el fuerte desangre ocasionado por inescrupulosos al fisco nacional.
Esto es de amplio conocimiento, los altos cargos del gobierno, así como las credenciales de congresista, siempre han sido empleadas para sacarle el mejor partido posible a la permanencia en esas posiciones.
El Procurador Ordóñez ha dispuesto ponerle contención a ese desenfreno y de seguro que la ciudadanía se lo agradecerá, pero es conveniente hacerle ver al alto funcionario, que la corrupción hay que castigarla, pero se debe tener cuidado para que no se llegue a caer en excesos, producto, no del buen razonar para aplicar una justicia apegada a derecho, sino que pueda obedecer a sentimientos, como el rencor, el odio político u otro que llegue a nublar el correcto sproceder.
Mientras tanto, hay que decirle al Procurador, adelante.

Los aplausos fueron para el presidente Santos

En el estresante partido entre Colombia y México jugado en la ciudad de Pereira, los aplausos indiscutiblemente, fueron para el presidente Juan Manuel Santos, quien , después de su reunión sobre seguridad y control al narcotráfico en el Caribe, decidió retornar al país para estar presente en el importante encuentro.
Desede su ingreso al remodelado estadio Hernán Ramírez Villegas, los más de treinta mil espectadores allí presentes le ofrecieron una cordial bienvenida, gesto que el mandatario agradeció alzando sus brazos en señal de saludo.
El presidente llegó con el vivo deseo de observar un partido en el que los jugadores colombianos, la mayaoría participando en clubes internacionales, le pudieran brindar a la diligente afición un gran espectáculo, pero la realidad fue muy contraria, lo mismo de siempre. Unos jugadores llenos de angustia para anotar y cargados de imprecisiones en los pases a sus compañeros.
Al final, debemos asegurarlo, los aplausos solamente se los ganó el mandatario nacional, quien , al igual que los fanáticos, deben esperar otra oportunidad, para ver si el equipo engrana y pueden lograr lo que el país espera de una seelección conformada por los mejores jugadores con que hoy cuenta Colombia. Habrá que hablar con la bruja?

Un presidente que habla de la extrema derecha

Un presidente de la derecha como Juan Manuel Santos, se atreve hablar de la extrema derecha al percatarse que se le quiere hacer daño a su gestión de gobierno.
Por primera vez un representante de la élite en Colombia, reacciona indignado ante la actuación violenta de esa falanje que ha buscado por todos los medios seguir sembrando el terror en un pais en el que la guerrilla y el narcotráfico tienen su santuario.
Esas acciones , aupadas por un expresidente de falso liderezgo, lo que persiguen es acentuar un caos dirigido a truncar los programas de reivindicación social puestos en marcha con el respaldo del congreso
Hasta ahora la responsabilidad de la inseguridad en Colombia se le había dejado a la etreama izquierda representada en las FARC y el ELN, con la alianza del narcotráfico, pero el carácter liberal de Santos lo ha llevado a reaccionar, para dejar en claro que las fuerzas ocultas de la derecha también pretenden llevar a la nación al abisno, a la debacle total para defender sus perversos intereses.
Al querer impedir la devolución de las tierras a los campesinos, dejan en claro cuál fue el real papel de las autodefensas, creadas bajo el supuesto de querer contrarrestar a la guerrilla, despojar de sus parcelas a humildes e indefensas familias para entregárselas a los terratenientes.
Colombia debe cambiar y usted, presidente Santos, tiene la oportunidad en sus manos de que eso se logre.
La perversidad no puede seguir arrinconando a una nación de gente trabajadora y honesta.
A los instigadores de la violebncia,también se les debe poner en su sitio para que no le sigan causando tanto mal a Colombia.

La corrupción en el estado, alimento de la violencia

"Mientras haya corrupción en cuerpos del gobierno, habrá violencia en el país".
Esta consideración ciudadana se ha convertido en un axioma, producto de la evidencia comprobada una y otra vez por organismos investigadores del estado, al establecer como cierto el estrecho vínculo entre miembros del ejército, policia, DAS y demás instituciones armadas con integrantes de la guerrilla, bandas criminales y narcotraficantes.
En este país del miedo siempre se ha hablado de ese vínculo forzado por el claro afan de algunos integrantes de los aludidos cuerpos por enriquecerse sin importar los medios que para ello se utilicen.
Como resultado de la alianza entre quienes deben contrarrestar el delito y los que lo cometen, Colombia se ha visto sometida al doloroso baño de sangre en el que han caido víctimas inocentes, además de los millares de desplazados que hoy se ven por doquier.
El combustible de toda esta debacle , indiscutiblemente lo es y siempre lo ha sido el tráfico de drogas, de tal manera que mientras ese binomio persista, no podrá haber paz en Colombia.
La ciudadanía siempre se ha preguntado, cómo es posible que las autoridades en tantos años no hayan podido acabar con guerrilla, paramilitares, jefes de bandas criminales, etc.? ´Pero ahí está la respuesta, mientras esos grupos cuenten con socios o compinches en las filas de los cuerpos armados, no hay plan o estrategia que pueda dar resultado.

El descrédito público, la mejor arma del anterior gobierno.

La principal arma del anterior gobierno fue el descrédito público al ciudadano honesto, al emplear determinados calificativos que permitieran causar un efecto de rechazo de la ciudadanía hacia la víctima escogida.
Periodistas honestos, políticos que, contrarios a determinadas prácticas de funcionarios en el estado fueron abiertamente acusados, o bien de formar parte de la insurreción, o de hacerles el juego.
Así se puso en peligro la vida de muchos de los escogidos dentro de esa guerra sucia y varios de ellos sintieron el rigor de las acciones violentas.
A Colombia se le impuso la tésis según la cual, quien no estaba con el gobierno, estaba en su contra.
Esa asquerosa práctica le cobró buenos dividendos al mandatario, al conseguir que una desprevenida franja del pueblo, se convirtiera en obsecuente admirador, no sólo del jefe del estado, sino de quienes se creyó le estaban prestando un buen servicio al país, cuando en realidad se hallaban era sumidos en una desenfranada tarea de enriquecimiento personal.
Hoy, tanto el expresidente Uribe, como algunos de sus desvergonzados servidores, adelantan una fuerte acción en contra del actual gobierno, lanzándole toda suerte de acusaciones, especialmente en lo que hace a la mal llamada seguridad democrática.
Debemos reconocer, que la guerra sucia del descrédito, arroja sus resultados. Por ejemplo, a la Cdena Radial Caracol, se le ha calificado como " la radio de izquierda en Colombia", pretendiéndose con esto, afectar su bien ganada imágen de independencia informativa, respaldada por sus versados periodistas, quienes cumplen a cabalidad la sagrada misión de informar de manera veraz, sin los subterfugios que otros reclaman.
El calificativo de izquierda ahora se emplea, como algo dañino para la sociedad, porque así lo impuso el anterior gobierno, puesto que aquí no hay derecho a pensar diferente.
No había dehonestidad al intentar modificar la constitución, violando algunas normas, para acceder a un tercer mandato, como tampoco fue anormal la entrega de cuantiosos auxilios económicos a quienes no los necesitaban y tampoco se debía alzar la voz de rechazo a los falsos positivos.
El presidente Santos tiene que brindarle satisfacciones al pueblo que lo eligió en el cargo y no a quien reclama haber cumplido un gobierno de seguridad, escondiéndo en cambio, los grandes escándalos que hoy mantienen al país expectante por los resdultados finales.

Se puede pregonar democracia,pensando en violencia?

Hoy domingo y en medio de tan alta temperatura, es bueno preguntar si es normal que alguien pregone democracia, pensando en aplicar violencia?
Cómo es de bueno tener la facilidad de montar esecenarios para exponer lo que se le ocurra a nombre de la expresión democracia, convertida en caballito de batalla por todos los que saben emplear las armas para imponer su voluntad.

Cualquier alianza es buena cuando la ambición es la que manda

La actitud de Antanas Mockus de preferir salir del Partido Verde, antes que apoyar la alianza con el Partido de la U para respaldar a Peñalosa, habla a las claras que en Colombia aún quedan personas de criterio.
Aquí no se trata de entrar a establecer si los de la U son delincuentes o si Mockus es un obseso de la perfecta moral. A lo que nos debe mover la severa determinación del ex-alcalde, es a pensar en que sí se puede actuar con independencia de criterio en un país arrastrado por la vorágine de la corrupción.
De hecho, es imposible pensar que la totalidad de quienes formar parte de las filas de la colectividad del señor Alvaro Uribe, sean delincuentes, pués ya sabemos que en su seno un alto porcentaje de ellos son personas de reconocida honestidad. Pero la infelíz circunstancia de que un buen número de sus congresistas y altos funcionarios se encuentren privados de la libertad, sindicados de diversos delitos, ha originado la resistencia que hacia ese sector presentan personas como Antanas Mockus.
"No puedo deglutir un sapo", señaló el controvertido ex-alcalde cuando quiso representar con simbolismo, su percepción de lo que signifcaba para él aprobar una alianza que no era la más apropiada para administrar la capital de la república.
-Alvaro Uribe lo hizo bien en materia de seguridad en el campo, aun cuando en lo urbano hubiera fallado, pero eso se posibilitó violando las más elementrales normas de los derechos humanos. La muestra, los falsos positivos- Anotó Mockus.
Así mnismo, Antanas Mockus, responsabiliza al gobierno de Alvaro Uribe de haberle dado cuerpo a la corrupción administrativa, cuando varios de sus funcionarios hoy se hallan respondiendo ante la justicia de Colombia.
En calidad de hombre liberal, debo ofrecerle mi respaldo de ciudadano a quien pretende, así sea con simbolismos, rechazar lo que él estimna son alianzas perjudiciales.

Inseguridad, violencia, inseguridad,vioelencia!

Qué suerte la del pueblo colombiano, parece estar condenado a no disfrutar de tranquilidad cuando vemos que los crimenes, las masacres, los enfrentamientos armados, se suceden por doquier, como si ello hiciera parte de nuestra vida cotidiana.
El ciudadano común y corriente ya no sabe qué hacer, a quién acudir, porque para donde dirija su mirada se debe enfrentar a la violencia.
A diario las principales noticias tienen que ver con hechos de sangre y en los que generalmente estan envueltos personas inocentes que pagan con sus vidas, la demencia que hoy arrastra a sectores desalmados de nuestra sociedad, para quienes la existencia no representa nada.
Pero, a quién acudir? ¿ A la policia? , al ejército?, al Das?, a la Dijin?, a quién?. Sí, a quién?
La dirigente cívica, Ana Fabricia Córdoba, asesinada en Medellín, por defender los intereses de las familias víctimas del despojo de tierra, señaló de manera tajante que no había aceptado la protección de la policia por físico temor, pués ella acusó a varios miembros de esa institución de haberle asesinado a uno de sus hijos, así como a su esposo.
Al igual que la dirigente campesina, otros afectados por la persecución rural y urbana, han hecho la misma manifetación. Los comandantes de las aludidas instituciones han señalado que se adelantan investigaciones sobre tales señalamientos, pero mientras tanto, en quién confía el pueblo desarmado de Coloombia.
Todo se ha vuelto riesgoso en el país. Es un riesgo reclamar contra la injusticia, es un riesgo reclamar lo que le pertenece al hombre honrado, es un riesgo hablar, y en muchas partes, es un riesgo mirar.

Cuando unos pocos creen tener siempre la razón

La cotidianidad crea la costumbre y aquí, a fuerza de la repetición, se nos ha hecho normal el aceptar que unos pocos sean los que siempre impongan su razón.
Existe el derecho a disentir, tal como se estila en cualquier socidad civilizada, pero el que se utilice la frase, " traición a la patria", porque la decisión de un organismo como la Corte Suprema de Justicia hubiera dejado sin validez el contenido de uno de los computadores de Raúl Reyes, es sencillamente llegar al irrespeto.
Aquí lo que se ha querido es forzar, a como dé lugar, que se deje sin vigor una decisión ajustada en derecho porque no consulta los sintereses de aquellos que han querido manejar la justicia a su libre antojo.
Porqué no se le ha llamado "traición a la patria" al otorgamiento de contratos altamente desventajosos para el país, a multinacionales que llegan a Colombia a explotar sus recursos naturales?
Porqué no se llama "traición a la patria" el aceptar que se acaben los campos colombianos con la fumigación indiscriminada con del pretexto de exterminar unos cultivos que nunca terminan?
"Traición a la patria" es también haber aceptado el descarado robo a la salud del pueblo a través de las EPS, la entrega de escandolosos recursos a millonarios de Colomnbia por intermedio de Agro Ingreso Seguro, y tantos otros ejemplos que se pudieran ofrecer.
Se le llamaría "traición a la patria" a una determinación judicial que declarara inocentes, pese a las contudentes pruebas que los inculpan, a todos aquellos que están señalados de haber cometido graves delitos y que hoy, o son investigados o se hallan tras las rejas? Eso sí no sería "traición a la patria".

EL TRIUNFO DE OLLANTA UMALA, ESPERANZA PARA EL PUEBLO

El triunfo de Ollanta Umala en el Perú, permite pensar que el pueblo será el gran beneficiado, si nos atenemos a las promesas de hacerle frente a la pobreza y de lograr mejores oportunidades para las clases de menores recursos económicos, que hizo durante su agitada campaña a la presidencia de la república.
El ritmo de crecimiento económico observado en el Perú durante el gobierno de Alan García se muestra satisfactorio en cuanto al fortalecimiento de ingresos a la nación , pero ello no ha sido utilizado para brindarle un adecuado impulso a la mediana y pequeña empresa, con lo cual la tasa de desempleo sigue estando muy alta, con relación a otros países de la región.
El aspecto de la salubridad es otro de los temas que deberá abordar de manera decidida el nuevo presidente, para que se le permita la inclusión a la asistencia médica a campesinos e indígenas, estos últimos, mayormente abandonados por el estado a su suerte, según lo testimonian informes de organismos internacionales.
Observadores políticos estimaron que la fuerte campaña de desinformación puesta en marcha por la oposición para impedirle a Umala su camino a la presidencia, cuando lo señalaron de mantener estrechos lazos de amistad con Hugo Chávez de Venezuela le podía causar notable perjuicio en su propósito, lo que finalmente no ocurrió.
Quienes lo acompañaron en las urnas mostraron su total confianza en que el nuevo presidente sabrá mantener la independencia del Perú libre de intervenciones extranjeras, para en cambio, fortalecer la institucionalidad en ese país, en el que la corrupción ha jugado un papel decisivo.
Ahora habrá que esperar el desarrollo de los primeros meses de gobierno de Umala, a fin de establecer plenamente si realmente se mantiene en su decisión de beneficiar a la población de menores recursos, la cual, allá como acá, generalmente es utilizada como carne electoral y al final de cada mandato, se quedan con las esperanzas frustradas.

Nos acostumbramos a que otros decidan por nosotros

En un pais como Colombia, tenemos de todo, desde grandes riquezas hasta gente que piensa con suficiente criterio.
Pese a ello, nos acostumbramos a depender en el pensamiento, de quienes consideran poseer la verdad absoluta en todo, hasta llevarnos a hacer su voluntad.
No sólo han doblegado nuestro criterio para de manera autónoma, tomar decisiones propias, sino que nos han inducido a adoptar el modelo de comportamiento que estiman es el que debemos guardar frente a sus determinaciones.
Es así como esa fuerza de dominio ha llevado a los dirigentes nacionales a sentir que Colombia no puede marchar por un rumbo distinto al que ellos, los americanos, establecen en todos los ordenes.
Nos han quitado la voluntad de deciodir por nosotros mismos, al punto de limitarnos a manifestar casi que a escondidas que un determinado hecho no es conveniente para el pais. Ejemplo, aquí sabemnos que las fumigaciones contra los cultivos ilícitos son altamente perjudiciales para nuestros campos, pero mientras quienes nos manejan digan lo contrario, aquí las autoridades lo seguirán aceptando.
Sabemos que la guerra trae más guerra, pero mientras en su crditerio no esté el que el conflicto en Colombia debe acabar, esto tendrá que ser así. Nuestros dirigentes se sienten termerosos de tomar una determinación contraria, una decisión que nos conduzca a la paz, para no incomodarlos.
Esto ha permitido que en Colombia hoy y siempre hayamos contado con mandatarios cuya voluntad no sea la propia, sino la de quienes ejercen el dominio, pasando a cumplir el indecoroso papel del desvergonzado. Su genuflexión nos lleva a lástima, aun cuando sabemos, que ese entreguismo, a su vez, les reporta grandes beneficios.
En Estados Unisdos, varios estados han legalizado el cultivo de marihuana, aquí no lo podemos hacer.
A ellos les dejamos la aplicación de la justicia a nuestros nacionales, nosotros no lo podemos hacer. Sus capitalistas financian el narcotráfico, el paramilitarismo y, quién sabe, la guerrilla, pero eso, contario a lo que se pudiera creer, es motivo de complacencia para los llamados dirigentes de Colombia. Ese es nuestro pais. Les maniataron la vergüenza.

Todos le sacan el cuerpo a la paz en Colombia

Es inconcebible, pero es la triste realidad, en Colombia, todos se hacen a un lado, cuando de hablar de paz se trata, al punto que la mención de la sola palabra produce temor.
En torno a la expresión, paz, se ha tejido toda una maraña de imposibilidades, motivadas al parecer, por los intereses que giran a su alrededor para que el conflicto, en lugar de llegar a su final, siga convertido en una rueda que no encuentra en donde detenerse.
Los últimos gobiernos, especialmente el anterior, se han dedicado de manera abierta a erigir toda suerte de obstáculos para buscarle una salida al viejo problema, argumentando que mientras la subversión no depusiera las armas, no habría diálogo.
Esa misma posición ha sido adoptada por el nuevo gobierno, pese a que en sus inicios manifestó estar dispuesto a permitir que la guerra con la subversión concluyera pronto. Sin embargo , no ha sido así, cuando vemos que los muertos de parte y parte, continúan registrándose.
Las fuerzas militares guardan la expectativa de someterlos por la fuerza, mientras que los de la subversión, sueñan con tomarse el poder con las armas. Entre tanto, una poblaciónb campesina e indígena, afectada por el tormento de las balas y las bombas.
La paz se busca dentro de la guerra, entonces, porqué el gobierno no se decide de una vez por todas, sin temor a los opositores,a darle comienzo a un díalogo que faclite la culminación de un conflicto que no se puede prolongar más en el tiempo.
Hasta ahora no ha dado resultado el ponerle como condición a las Farc y al Eln que cesen sus ataques a los uniformados y a la población civil para poder dialogar, entonces, porqué no optar por el camino de las conversaciones dentro de la guerra, ello es totalmente válido.
En el mundo, a las guerras se les pone término dialogando, de otra manera es imposible y aqu8í tenemos el más claro ejemplo, un conflicto que lleva más de cincuenta años.
Doctor Juan Manuel Santos, el presidente es usted y nadie más, no debe escuchar a quienes parece que lo único que les idnteresa es alimentar una vanidad.
Colombia reclama la paz .