domingo, 8 de mayo de 2011

LA ABNEGACIÓN DE UNA MADRE

Sobre la abnegación de la madre, de ese ser que entrega parte de su existencia al cuidado de su hijo, se ha escrito toda la vida.
Pero nunca será suficiente lo que se diga para reconocer, para ponderar el sacrificio, la entrega de la mujer a la adecuada formación de cada hijo, de cada nueva vida que trae al mundo.
Para ellas no existe el cansancio, y el hambre desaparece cuando se entregan a velar el sufrimiento del hijo enfermo.
Es el don especial con que la naturaleza dota a ese ser que viene al mundo para dar vida, para entregar su existencia en la preparación de quien también tendrá que cumplir ese mismo papel de procrear y multiplicar.
A la mujer se le transforma la vida desde el momento mismo de la concepción al sentir que cada palpitación de sus venas, alimenta a un nuevo ser y que en sus entrañas empieza a tomar cuerpo algo que será el fruto que le entregará a la tierra.
A partir de allí, cada respiración, cada latido, serán uno sólo hasta el final de sus dias.
Por ello, a ese ser que nada pide a cambio, nuestro más profundo reconocimiento.
Para mi madre que llevo en el corazón y para la de mi esposa, mil plegarias en este dia.
Felicitaciones a todas las madres.

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